Kirsis Díaz/CDN

Su alto costo contrastaba con la marcada pobreza de los barrios capitalinos.  Las motocicletas de la marca Harley Davidson, fueron adquiridas para patrullar en sectores como Capotillo, Guachupita, La Zurza, Gualey y otros nueve donde existía una alta tasa delictiva.

“Había retornado al poder el presidente Leonel Fernández y hay que decir que entre el año 2000 y el año 2005 la tasa de homidios subió de 13.3 a 26.52  que es la tasa de homicidios más alta que hemos tenido en el país, entonces, el presidente Fernández decide implementar un programa para tartar de conjurar la violencia delictiva que existia en ese momento”, Daniel Pou, experto en Seguridad.

Fue cuando se ideó el Plan de Seguridad Democrática compuesto por varios componentes, el más popular fue el programa Barrio Seguro, que tenia que ver con prevención de violencia delictiva y social.

 “Implicaba tener una presencia policial constante y para ello había que habilitar a la policía de nuevos equipos, entre estos equipos estuvieron las famosas motocicletas Harley Davidson.  Fue una compra desacertada  por el mantenimiento alto, es una motocicleta de carretera que es muy difícil mover entre las calles angostas y los callejones de esos barrios y lamentablemente su vida útil fue bastante corta”, Daniel Pou, experto en Seguridad.

Transcurrido tres años de la compra, los reportes de prensa, fechados en 2007, ya daban cuenta de que las referidas motocicletas habían resultado ser un fiasco para el patrullaje en los barrios de Santo Domingo, y ya no se utilizaban para desempeñar el trabajo para el que fueron pensadas.

Se trató de la compra de unas 66 motocicletas adquiridas sin concurso por el exsecretario de Interior y Policía Franklin Almeyda Rancier,  se decía que a un costo de US$17 mil cada una.

La flotilla que salió por más de 36 millones de pesos, fue destinada a labores de supervisión de las carreteras, pues las motocicletas resultaron inapropiadas para transitar en los estrechos callejones de los sectores marginales.

“Definitivamente contrastaba con la pobreza. Eran unas motocicletas de lujo que la compran los ricos para pasear y evidentemente ante la presión social el gobierno tuvo que irlas sacando. Fue una mala decision porque con esa inversion hubiera comprado más vehículos para combatir la delincuencia”, precisa Elpidio Báez, experto en Seguridad.

Para el control del tránsito en las autopistas, fue creada la División de Ordenamiento de Carreteras (DOCA) como parte del Plan de Seguridad Democrática, a través de este se brindaba servicios en el corredor que va desde Santo Domingo a Santiago y de Santiago a Puerto Plata, la autovía del este hasta Boca de Yuma y en la autopista 6 de noviembre hasta el 15 de Azua. Para este destinaron unas 48 unidades de las Harley.

La idea era que por cada 20 kilómetros de autopista estuviera un agente de AMET patrullando en una Harley Davidson, de esta manera, se daría respuesta a las denuncias de varios empresarios ante la inseguridad de las autopistas y la creciente ola de atracos perpetrados a camiones de carga.

“Realmente yo las veía en las carreteras hacienda controles de tránsito pero en ningún momento la Autoridad Metropolitana de Transporte dentro de sus roles tiene asumido el hecho de perseguir delincuentes”, precisa Daniel Pou, experto en Seguridad.

La adquisición de estas motocicletas conllevó un entrenamiento especial de los uniformados por parte de especialistas de la policía de New Jersey. Unos 33 miembros de la Policía debieron practicar por más de una semana en la Base Aérea de San Isidro, para poder manejarlas con agilidad. 

“En ese entrenamiento ellos nos enseñaron cómo maniobrar la moto. Si se nos va de lado, cómo subirla porque es una moto que pesa. Nos enseñaron cómo manejar el cloche, cómo debemos cojer las curvas. Qué tiempo duró el entrenamiento, se le pregunta. Una semana, responde”, sargento Pedro Merán Lorenzo, recibió entrenamiento Harley Davidson.

Más Harley

En medio de la indignación social, en 2007 Almeyda Rancier volvió a adquirir unas 11 motocicletas Harley Davidson pequeñas para el patrullaje en la Ciudad Colonial, sin embargo, residentes en esta zona aseguran que nunca las vieron pasar.

No se vieron patrullar en la Ciudad Colonial y de las que estuvieron en funcionamiento en otros puntos del país, al día de hoy no queda muy claro el rumbo que tomaron. Estamos hablando de vehículos que a pesar de su intenso uso pudieron estar vigentes, pues como asegura este vendedor de Harley que consultamos, con un correcto cuidado en la actualidad pudieron estar funcionando.

“Quiero saber cómo puede estar una Harley Davidson que se haya comprado hace 15 años. Es que depende mucho del trato. Por ejemplo, que se use todos los días? O que se maltrate todos los días, responde. Si se usa apropiadamente, se le da el mantenimiento correcto, oportuno, no debería tener mayor problema. Ahora si  su dueño no era muy cuidadoso”, explica un vendedor de las motocicletas Harley Davidson.

En el Ministerio de Interior y Policía, donde hubo un cambio de personal, nos informaron que a la fecha, de las 66 unidades adquiridas por Almeyda, 30 fueron descargadas a Bienes Nacionales, 31 se encuentran en proceso de descargo y solo 5 están en uso, dos de estas en la Policia Nacional y tres en el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur).

“En un 50 por ciento han sido descargadas y la otra parte está para fines de descargo, le preparamos una relación donde lo puede apreciar. Cuando decimos que 30 de esas motocicletas fueron descargadas significa que fueron descargadas a Bienes Nacionales porque ya su vida útil había sido agotada”, Judyth Pérez, coordinadora financiera del Ministerio de Interior y Policía.

De acuerdo a informes recibidos en el Departamento de Comunicaciones de Bienes Nacionales, las motocicletas que llegaron a esa institución fueron subastadas en su totalidad. Sin embargo, del total de 30 unidades que recibieron en descargo, solo seis tienen constancia de que fueron subastadas.

Conforme a la búsqueda realizada por el departamento de subasta de Bienes Nacionales, motivada por una solicitud que le hicimos, las seis motocicletas de la marca Harley Davidson fueron subastadas el 31 de marzo de 2015 por un monto de 40 mil pesos. 

Las 24 motocicletas restantes aseguran fueron vendidas por parte, una transacción que no pudieron comprobar pues aunque le solicitamos nos suministraran copias de las subastas nos informaron que no las encontraron en el sistema. Tampoco nos fue posible que el actual director de Bienes Nacionales, Emilio Rivas, nos recibiera para obtener detalles del tema.

En un parqueo, que visitamos, ubicado en la avenida Independencia casi esquina Máximo Gómez, se encuentran unas 13 motocicletas Harley en estado de abandono que esperan ser descargadas por el Ministerio de Interior y Policía. 

La cantidad de motocicletas compradas por Franklin Almeyda es un elemento que no nos queda claro. En enero de 2018 este medio solicitó vía Libre Acceso a la Información detalles sobre esta compra. En constestación, Interior y Policía, informó que de las motocicletas adquiridas, 60 fueron asignadas a la Policía Nacional, 11 a la Policía Turística y 26 descargadas a la Dirección General de Bienes Nacionales. Es decir, que el año pasado, se referian a un total de 97 motocicletas, lo que se presta a confusión.

Las motocicletas fueron adquiridas en Magna Motors S.A. ubicada en la avenida John F. Kennedy. En una de las órdenes de compra fechada en julio de 2005 se ordena comprar la cantidad de 14 motocicletas Harley Davidson modelo Road King, color blanco del año, para el Plan Piloto de Capotillo, que formaba parte del programa Barrio Seguro.

Por las 14 motocicletas asignadas a Capotillo se pagó una totalidad de 6,925,800 pesos, es decir, 494,700 pesos cada una.  

En marzo de 2006, se ordena nuevamente la compra de 11 motocicletas, pero en esta ocasión se pagó 3,641,000 pesos, equivalentes a 10 mil dólares cada una, 331,000 pesos dominicanos, según indica la factura. Se trató también de motocicletas del año y fueron asignadas a la Policía Turística –Politur-.

Eran motocicletas de la marca Harley Davidson modelo XL883, Sporster Police del año  a pesar de la inconformidad social con esta compra y del fracaso en los barrios, en abril de 2007 franklin Almeyda vuelve a ordenar 20 unidades de las referidas motocicletas de la marca Road King, por un valor mucho más alto pues para entonces costaban 20,400 dólares cada una, calculado a 32 que era la tasa en esa época, haciendo la conversión a pesos dominicanos, cada Harley costó 653,498, compra que en su totalidad hizo 13 millones de pesos.

Los documentos muestran que para el retiro de las motocicletas en Aduanas, se solicitó una exoneración al Presidente, para ese entonces, Leonel Fernández.

La justificación de la compra es que las motos serían utilizadas en el programa Seguridad Democrática. Tres de estas fueron destinadas a la custodia de Almeyda, para franquear el desplazamiento vehicular del exfuncionario. 

En el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur) aún quedan rastros de las Harley.

“Esta que usted ve aquí es la que usamos para franqueo y servicios especiales. Usted la ve de esta manera porque a esta motocicleta se le da un manteniemiento riguroso. Cada cinco mil kilómetros se le da su aceite de fábrica  por eso ese motor se mantiene en condiciones. También se le cambia su filtro de aire en el tiempo correspondiente, en eso no desmayamos porque la intención del director es que el parque vehicular del Cestur se mantenga en perfectas condiciones. Las otras Harley cómo la utilizan? Tenemos una en la supervisoría de Bávaro que también está en perfectas condiciones. Tenemos una que está en la oficina principal de Cestur que está en San Isidro que esa es la que apoya a esta para los servicios especiales. Se le da un uso continuo especialmente a la de Bávaro por el flujo, pero estas que están en Santo Domingo solo la utilizamos cuando tenemos visitas especiales y algunos recorridos especiales. Cuándo usted dice que se le da un uso continuo qué tan continuo es? Bueno, el uso continuo que se le da a la de Bávaro es practicamente diario. A todas se les da el mismo mantenimiento por eso ha sido el éxito de que se mantengan en la condición que usted la ve. Su mantenimiento normal cuesta aproximadamente unos siete mil pesos cada cinco mil kilómetros”, teniente coronel César Rodríguez Valdez, encargado de transportación del Cestur.

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