Este jueves expira el plazo dado por República Dominicana para que Haití ponga fin a la construcción de un canal para desviar el curso del río Masacre y transferir sus aguas hasta propiedades rurales.
El presidente Luis Abinader había advertido que, de no hacerlo, cerrará sus fronteras terrestre, marítima y aérea.
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Desde el pasado lunes, fue suspendida la emisión de visas a haitianos y prohibida la entrada al país de todos aquellos involucrados en el conflicto.
El cierre de la frontera, en el lado limítrofe con Dajabón, ya estaba en desarrollo, al ser la zona afectada directamente por los trabajos de construcción del canal.
Estas medidas tendrán un fuerte impacto en la dinámica económica de ambos países, pero con más crudeza en Haití, que sucumbe desde hace tiempo a causa de múltiples variantes de crisis.
El cierre de los cuatro pasos fronterizos constituirá un golpe doloroso para centenares de haitianos que participan en el comercio bilateral cada semana.
A mediodía de ayer este medio recibió reportes de que los haitianos continuaban trabajando en la construcción del referido canal a pesar de la advertencia del presidente dominicano.
