El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este martes una prohibición total de las importaciones de petróleo, gas natural y carbón de Rusia como sanción por la invasión de Putin a Ucrania.

En una comparencia televisiva, Biden informó que toma la medida para causar mayor «dolor a la maquinaria de guerra» de Rusia.

«Eso significa que el petróleo ruso ya no será aceptado en los puertos estadounidenses y el pueblo estadounidense asestará otro poderoso golpe a Putin», dijo.

La Casa Blanca informó que la orden ejecutiva, con efecto inmediato, fue firmada por el presidente tras su discurso.

La suspensión de EE.UU. de sus importaciones de petróleo y gas rusos significa que:

  • Se prohíben de forma inmediata nuevos contratos para comprar crudo ruso y ciertos productos derivados del petróleo, gas natural licuado (GNL) y carbón.
  • Los contratos existentes deben liquidarse en un plazo de 45 días.
  • Las empresas e inversores estadounidenses tienen prohibido buscar inversiones en el sector energético de Rusia.
  • Los estadounidenses tampoco pueden participar en inversiones extranjeras en energía rusa.

Estados Unidos es el primer país en anunciar sanciones contra el sector energético ruso y dio el paso unilateralmente, sin sus aliados europeos, que dependen mucho más del gas y el petróleo rusos para satisfacer sus necesidades energéticas.

No obstante, Biden dijo que la medida se tomó en «consultas cercanas» con los aliados.

En ese sentido, un alto funcionario estadounidense que prefirió no ser identificado dijo que el gobierno de Biden no espera ni les pide a los aliados europeos que se unan.

Reino Unido anunció también este martes que eliminará gradualmente «la importación de petróleo y productos petroleros rusos para fines de 2022».

«Esta transición le dará al mercado, las empresas y las cadenas de suministro tiempo más que suficiente para reemplazar las importaciones rusas, que representan el 8% de la demanda de Reino Unido», dijo en Twitter el secretario de Negocios y Energía británico, Kwasi Kwarteng.

El funcionario agregó que el gobierno trabajará con las empresas británicas para apoyarlas en la búsqueda de suministros alternativos.

La Unión Europea anunció este martes que planea cortar en dos tercios las importaciones de gas ruso para el final de este año y cortar su dependencia de este de forma definitiva para 2030.

Las importaciones estadounidenses desde Rusia constituyen una pequeña porción de su consumo enérgetico, apenas el 8% en 2021, según cifras oficiales.

De este monto, solo alrededor del 3% era petróleo crudo.

La UE, por su parte, obtiene alrededor del 40% de su gas y el 30% de su petróleo de Rusia, y no tiene sustitutos fáciles si se interrumpe el suministro.

Precios más altos

Rusia advirtió anteriormente que podría cerrar su principal gasoducto a Alemania si Occidente prohibía el petróleo ruso.

Al inicio de la invasión, Berlín anunció que cancelaba el gasoducto Nord Stream 2, una obra multimillonaria que conecta Alemania con Rusia sin la necesidad de cruzar por Ucrania.

Moscú es el segundo mayor exportador de gas natural y tercer mayor exportador de petróleo del mundo, por lo que cualquier sanción contra su industria energética es vista como un duro golpe a su economía.

Sin embargo, la medida también pone en riesgo de disparar los precios del petróleo y el propio Biden lo reconoció durante su comparecencia.

«La decisión de hoy no es gratuita para nosotros, aquí en casa. La guerra de Putin ya está perjudicando a las familias estadounidenses en la bomba de gasolina. Desde que Putin comenzó su fortalecimiento militar en la frontera con Ucrania, justo desde entonces, el precio de la gasolina en Estados Unidos subió 75 centavos. Con esta acción va a subir más», dijo.

El crudo Brent rondaba este martes los US$130 el barril, su nivel más alto en casi 14 años, mientras el precio medio de la gasolina en EE.UU. llegó a los US$4,17 el galón, la más alta en su historia.

Biden se dirigió también a las compañías estadounidenses de petróleo y gas para alertarles que la guerra y sus impactos «no son excusa para ejercer aumentos de precios excesivos» y agregó que no lo tolerará.

«La agresión de Rusia nos está costando a todos. Y no es momento para especular o aumentar los precios. Quiero ser claro que no lo toleraremos», enfatizó.

No obstante, reconoció también a las empresas que están «predicando con el ejemplo» al retirarse de Rusia.»Este es un momento en el que tenemos que hacer nuestra parte», dijo.

Este martes, Shell anunció que detenía sus operaciones en territorio ruso.

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