Previo al inicio de marzo de 2020, la ciudad de Santo Domingo se desarrollaba con normalidad.

Su acostumbrado flujo vehicular, las ventas informales en las calles, el trabajo de los empleados en oficinas públicas y privadas indicaban que solo había que preocuparse por la celebración de las elecciones municipales.

Mientras el país exigía unos comicios transparentes se mantuvo al margen de las expectativas ante un peligroso virus, que afectaba miles de vidas al otro lado del continente y del que solo se sabía que había surgido en noviembre de 2019 en Wuhan, China.

Detección de fiebre en aeropuerto dominicano al inicio de la pandemia.

Para principios de febrero de 2020, el virus mortal ya había traspasado fronteras y se encontraba en Estados Unidos. En ese momento cuestionamos a las autoridades sobre las medidas que estaban adoptando para enfrentar el virus si llegaba a territorio dominicano.

“Nosotros hemos parado todo tipo de grupos de turistas afuera y se ha sugerido a todo ciudadano chino que postergue todo viaje que no sea especialmente necesario. Acá localmente se ha emitido un comunicado para que todo ciudadano que se encuentra en China postergue su viaje al país, salvo que sea un caso extraordinario”, respondió el embajador de China en el país, Zhang Run.

Mientras que el ministro de Salud, Rafael Sánchez Cárdenas,  aseguraba que algunos aeropuertos tenían “escáner que determinan la condición febril de algunos de los pasajeros que llegan”.

La pregunta que hacían: ¿ha tenido en los últimos quince días fiebre, tos, neumonía o gripe”.

Ciudad de Santo Domingo vacía tras la llegada del covid.

El primero de marzo, el reloj marcaba las dos de la tarde cuando las autoridades de Salud en República Dominicana anunciaron la detección del primer caso del virus conocido como COVID-19. La pesadilla, para todos insospechada, recién comenzaba.

“Estamos aquí para informar a toda la ciudadanía que en base a la estructura epidemiológica y de vigilancia establecida en el país fue posible la localización y aislamiento del primer caso importado de Covid-19”, dijo Sánchez Cárdenas.

A partir de ese momento los casos comenzaron a ascender de manera alarmante. En menos de un mes, República Dominicana ya registraba 901 casos de personas infectadas con el virus y 42 muertos. Para el 13 de abril, ya contaba con más de 1,488 infectados y más de 68 fallecimientos.

¿En qué estábamos fallando?

“Creemos que desde el inicio o desde la introducción de este virus en la República Dominicana se han estado cometiendo algunas fallas. Cuando el virus penetró al país no se tomaron las medidas adecuadas, correspondientes, porque me parece que los expertos, las autoridades, las personas, no entendieron la magnitud de este problema a nivel internacional”, destacó el infectólogo Clemente Terrero.

Del primer infectado se informó que estuvo en un hotel de la región este del país y que durante su estadía tuvo contacto con varias personas.

Primer caso de covid detectado en RD.

A pesar de esto, el país no se detuvo: las autoridades dieron luz verde a la celebración de las elecciones municipales pues aseguraban que solo contábamos con un caso importado, es decir, que el virus no circulaba en el territorio dominicano.

“En el país se había producido una dificultad, una crisis electoral fruto de la suspensión de las elecciones el 16 de febrero y eso trajo como consecuencia que dada la presión que había en la población sobre el Gobierno, pues tuviera la necesidad de celebrar las elecciones para tranquilizar a la población y a los líderes políticos que habían influido en el desarrollo de esa crisis político electoral”, analizó Terrero.

Al parecer ciudadanos ya infectados con el virus, sin saberlo acudieron a votar, incluyendo el alcalde electo de San Francisco de Macorís, Siquió NG de la Rosa, quien aparece en un video tosiendo en una reunión llevada a cabo el 15 de marzo, día de las elecciones municipales, posteriormente dio positivo al covid-19.

“El contagio no hay que calcularlo mucho, fue una campaña política muy ardua de mucho contacto con grupos de gente en barrio y en mano a mano y reuniones administrativa de la campaña.  Hubo demasiado contacto físico, esa es la realidad. Y mucha gente que estuvo cerca de mi salieron positivo también, incluyendo mi vicealcaldesa y algunos asistentes. Tuve la suerte de que me ingresaron en la Unión Médica donde hay buenos profesionales y gracias al señor y a las oraciones estoy vivo”, recordó Siquio de la Rosa, alcalde electo en San Francisco de Macorís.

Para el día de la celebración de las elecciones, ya se habían reportado seis casos de coronavirus en el país, sin embargo, la sociedad dominicana desarrollaba sus actividades desconociendo aun lo que le esperaba.

Justo el día después de las elecciones se reportó el primero de decenas de fallecimientos que comenzarían a ocurrir día tras día a causa del nuevo virus.

“La no toma de decisión con relación al cierre de la frontera y de los viajes y vuelos con otros países provocó que el país fuera completamente contaminado con este virus, podemos señalar dentro de esto, el mantenimiento del turismo, porque no se quería afectar a ese sector económico del país. Y ese fue un factor importante porque muchos turistas venían infectados desde Europa, desde Alemania y desde España, infectaron a muchos de los trabajadores de los hoteles de la República Dominicana y esos trabajadores comenzaron a difundir el virus en la población, el otro elemento básico fue la celebración de la boda en Punta Cana, donde se infectaron importantes figuras de RD quienes también comenzaron a propagar el virus en la población”, precisó el infectólogo Clemente Terrero.

Las medidas que cambiarían por completo el sosiego de la sociedad dominicana comenzarían a verse después de los comicios.

El nuevo coronavirus obligó al Gobierno dominicano a:

1-Declarar la nación en estado de emergencia

2-Cerrar las fronteras por aire, mar y tierra

3-Suspender la docencia público y privada

4-Eliminar los eventos de toda índole, incluso los de Semana Santa

5-Disponer el cierre de los restaurantes y dar servicio solo a domicilio y a través de auto servicio

6-Suspender las actividades comerciales

7-Se dispuso la cuarentena total para las personas de 60 años en adelante

8-Se instó a las empresas a seguir funcionando con los empleados desde sus casas, reducir horarios a trabajadores o dividirlos en dos turnos para evitar aglomeración de personas

9-Se estableció un toque de queda de 5 de la tarde a 6 de la mañana para evitar el contacto entre las personas. Medidas históricas en el país.

Desde entonces, la desesperación se apoderó de muchos dominicanos: De esos 200 mil que para el momento habían quedado sin trabajo con grandes deudas por saldar, de los 2.8 millones de trabajadores informales que consiguen el sustento de sus familias día a día y se les pedía quedarse en casa, de decenas de familias que habían visto morir sus familiares por una plaga desconocida y de los médicos que debían salir a atender a los enfermos sin la debida protección, arriesgando su vida, sin saber exactamente a qué se enfrentaban.

En esos días, solo escuchar la sirena de una ambulancia era motivo de preocupación. Así como salir al supermercado a comprar alimentos o no saber cuándo volveríamos a salir de la casa sin temor. Sin duda, momentos funestos que generaciones no habían visto jamás.

“Tengo 65 años de vida, nunca en mi vida había visto algo parecido a lo que estaba pasando en esos momentos… he visto varios ciclones, viví de cerca el 911, pero nunca nada parecido a la catástrofe que ha trajo este virus”, recuerda Ramón Medina, un dominicano residente en Estados Unidos.

“Sufrí mucho porque tengo una hija en Suiza, un hijo en España y otro en los Estados Unidos, entonces, son cosas que me hicieron tener hasta estado de nervio”, dijo la señora Rosa Batista de 75 años.

“Es increíble el miedo que sentíamos, el pánico, y no solo en este país sino en el mundo entero. Fue una enfermedad que puso a reflexionar a todo el mundo porque no se está salvando de contagiarse nadie”.

Cornelio Coronado, residente en RD.

Algunos creen que en el país faltó alertar a la población sobre lo que estaba por venir. Entienden que la desinformación fue clave en la propagación de este virus.

Los juegos de gallo, de vitilla, de dominó y las más de 1,500 detenciones de personas por noche en los operativos de toque de queda daban cuenta de que muchos ciudadanos aún con la pandemia encima desconocían qué tan mortal podía ser este virus.

Un fallo que estuvo a la vista de todos fueron las detenciones en los toques de queda. Estos se hacían con la finalidad de disminuir el contacto entre personas, sin embargo, los detenidos los colocaban aglomerados en una cárcel donde fácilmente podían adquirir el virus.

El comportamiento del virus confundía a los médicos  

No cabe duda de que los médicos se comportaron como verdaderos héroes. Cuando comenzó la pandemia, pocos sabían cómo enfrentar el desconocido virus. Veían que se comportaba de manera distinta en el cuerpo humano, pero no sabían exactamente con qué medicamento combatirlo.

Algunos podían sentir dolor de cabeza, fiebre, dolor en el cuerpo, de amígdalas y en los ojos, así como fatiga, diarrea y tos seca. Algunos solo perdían el olfato y el gusto, mientras en otros el virus se mostraba asintomático.

Con el paso del tiempo también se descubrió que la enfermedad puede propagarse de persona a persona o con contacto con objetos infectados de las gotículas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala. Sin embargo, algunos podían estar en contacto con un infectado y no contagiase.

Mantenerse a más de 1 metro de distancia de una persona, lavarse las manos a fondo y con frecuencia usando un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón, usar mascarillas y guantes, o lo que es mejor: mantenerse en casa fue parte del plan para reducir la propagación del virus.

La acelerada cadena de contagio obligó en marzo de 2020 a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a catalogar el covid como pandemia.

Cuando en el país apenas comenzábamos a ver la malignidad del virus, en otras naciones, la preocupación era tan alta que algunas autoridades imploraron la ayuda de Dios, para algunas personas se trataba del fin del mundo.

El nerviosismo mundial no era para menos. En poco tiempo los muertos sumaban miles en todos los países. En el nuestro, se llegó a hacer una fosa común por lo que podía venir.

Las ciudades paralizadas, los miles de muertos por día, las pérdidas de cientos de trabajos y la crisis económica que se esperaba, llevaba a pensar a muchos cristianos, incluso a quienes no practican el cristianismo, que el fin del mundo ya estaba cerca.

“Ahora que estamos encerrados vamos a practicar la lectura de la biblia para que vean que lo que dice la biblia es lo que está pasando, no lo que dice el hombre”, escribió en su cuenta de Instagram, el cantante urbano conocido como Ozuna.

“La biblia establece que en los últimos tiempos vendrán plagas, rumores de guerra. Esta es una plaga que ha paralizado el planeta y ese es un mensaje del cielo directamente para la humanidad anunciando los últimos tiempos”, precisó el pastor Waskar Liranzo.

En Internet y redes sociales aparecían decenas de textos y videos de personas que aseguraban que este coronavirus formaba parte de las enfermedades y plagas anunciadas en la Biblia.

Desde tiempos ancestrales antiguas sociedades creían que los dioses infringían enfermedades cuando ciertos pueblos merecían un castigo, se trataban de argumentos sin base científica. Desde la plaga de Atenas en el año 430 antes de cristo hasta el Covid-19 en el siglo XXI, más de 20 pandemias han puesto en riesgo la supervivencia humana.

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