Así se enteró el “Big Papi” que es el nuevo inmortal de Cooperstown

David Ortiz Cooperstown

El expelotero dominicano David Ortiz se convirtió en el cuarto dominicano en ingresar al Salón de la Fama, uniéndose a Juan Marichal (1983), Pedro Martínez (2015) y Vladimir Guerrero (2018).

Al momento de la llamada que le informaba sobre su selección, el exjugador estaba acompañado de sus familiares y Pedro Martínez, quienes de inmediato lo abrazaron y celebraron con él su ingreso a Cooperstown.

Con 541 cuadrangulares de por vida y uno de los bateadores más prolíficos de la historia de la postemporada, Ortiz se encargó de romper la Maldición del Bambino junto a los Medias Rojas de Boston y no se conformó con eso sino que agregó dos campeonatos más en un período de nueve años para convertirse, además, en una de las figuras más queridas de todo el béisbol.

Me uno a la gran celebración de todo el país y el mundo del béisbol por la elección del BIG PAPI, @davidortiz, al Salón de la Fama de Cooperstown. Muchas felicidades David, eres un gran #OrgulloDominicano

Presidente Luis Abinader

Por eso, en su primer año en la boleta de la Asociación de Escritores de Béisbol de los Estados Unidos, Ortiz se fue directo con un 77.9 por ciento de los votos que se emitieron. Se necesita un 75 % para ser elegido.

Ortiz es apenas el tercer bateador designado en la historia en Cooperstown, uniéndose a Frank Thomas y a Edgar Martínez. Y es el jugador 268 en ser elegido.

Dominicanos en Cooperstown

Los duartianos irrumpieron en el escenario en 1956 con Osvaldo Virgil y tan pronto como en 1960 tuvieron su primera gran estrella en Juan Marichal, quien labró una carrera de inmortal que fue certificada en 1983, en su tercera aparición en la boleta y una vez purgó el castigo moral por el violento episodio con el receptor John Roseboro en 1969.

Pasaron 24 años entre el ingreso de Marichal y el de Pedro Martínez (2015) y solo tres para ver el aterrizaje de Vladimir Guerrero (2018), el primer jugador de posición. Y ahora transcurren cuatro para la llegada de Ortiz.

Las exigencias de Cooperstown

Parte del interior de Cooperstown

Es un círculo extremadamente exigente. El primer requisito es aparecer durante 10 temporada en las Grandes Ligas, pero la carrera promedio de un jugador es de 5.7 años. El segundo es que en ese tiempo se coloquen estadísticas extraordinarias y que un primer comité considere que puede ser considerado por los exigentes votantes.

Hasta 2016, el último año de Ortiz, terminaron carreras en la MLB un total de 17,154 jugadores, de acuerdo a Baseball-Reference. De ese grupo solo 267 fueron elegidos, es decir, el 1.5%.

Ortiz fue un pelotero que colocó una línea ofensiva de .286/.380/.552 con 541 cuadrangulares y 632 dobles entre sus 2,472 imparables.

Un dossier acompañado por 1,768 carreras remolcadas, un OPS+ de 141 y 55.3 victorias sobre jugador reemplazo (WAR) exclusivamente ofensivas para un pelotero que jugó el 84% de sus partidos como bateador designado. 

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