SANTO DOMINGO. La meta no es llegar a la Basílica de Higüey, sino sensibilizar sobre el problema del abuso infantil y los traumas psicológicos que reflejarán los infantes cuando sean adultos.

Eso fue lo que motivó a un grupo de 40 hombres y mujeres dedicados a alegrarles la vida a los niños para caminar desde Santiago hasta la Basílica de Higüey mediante la jornada denominada “Caminando por una Sonrisa que partió el miércoles desde el monumento de Santiago y pretende llegar el lunes a la provincia La Altagracia.

Cada año la Policía Nacional recibe unas dos denuncias de delitos sexuales cometidos contra menores de edad en el país, los cuales, advierten los manifestantes de esta marcha, se convertirán en adultos llenos de ira, vicios y adicciones al alcoholismo y las drogas en la adultez.