Una restricción calórica moderada en combinación con la práctica regular de ejercicio podría ser una estrategia para prevenir el cáncer de mama, según un estudio del Grupo de Investigación de Cáncer de Mama (GEICAM) que también determina el riesgo que supone una ingesta excesiva de calorías ante este tumor


La investigación se centró en 973 mujeres recién diagnosticadas de cáncer de mama frente a otras 973 sanas, de entre 18 y 70 años. Cada caso se emparejó en función de edad similar, de la misma ciudad y sin ningún vínculo familiar entre ellas.
Las participantes respondieron a un cuestionario de frecuencia alimentaria y de ahí se estimó la ingesta media diaria de energía (calorías/día) durante los cinco años previos a la entrevista. Además, respondieron a un cuestionario con información sobre estilos de vida y otros datos relevantes para el estudio.
Según un comunicado de GEICAM, los resultados mostraron que las mujeres con un consumo calórico por debajo de sus necesidades energéticas individuales presentaron menor riesgo a desarrollar un cáncer de mama. Este efecto fue mayor en mujeres premenopáusicas.
Por el contrario, las mujeres cuyo consumo calórico excedía el 40% de los valores esperados presentaron casi el doble de riesgo que aquellas participantes con una ingesta energética dentro de los niveles adecuados.

Este último efecto fue especialmente pronunciado en mujeres postmenopáusicas y en mujeres con una baja adherencia al patrón de dieta mediterránea.
Riesgo vinculado a la dieta en cada subtipo
Este estudio de GEICAM y CIBERESP ofrece datos sobre el riesgo de cáncer de mama vinculado a la dieta en cada subtipo de tumor.

“Los resultados revelan que, por cada 20 por ciento de aumento de la ingesta calórica relativa (ingesta observada versus ingesta esperada), el riesgo de desarrollar un tumor de mama con receptores hormonales positivos o un tumor HER2+ se incrementa en un 13%, siendo esta cifra de un 7 % en tumores triple negativos”, señala el doctor Miguel Martín, presidente del Grupo GEICAM.

Se trata del primer estudio epidemiológico que explora la asociación entre el riesgo de cáncer de mama y el efecto del consumo excesivo o deficitario de calorías de acuerdo con los requerimientos energéticos individuales de cada mujer.
El estudio ha contado con la participación de investigadores de 23 hospitales de 9 Comunidades Autónomas.
Este estudio acerca de prevenir el cáncer de mama, publicado en la revista Scientific Reports del Grupo Nature, está co-liderado por investigadores del Centro Nacional de Epidemiología, pertenecientes al Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y financiado por la Asociación Española contra el Cáncer (AECC).

En 2018 se produjeron un total de 32. 825 nuevos casos de cáncer de mama, el tumor más frecuente en las mujeres españolas.