Fuente: Kirsis Díaz/Diario Libre
SANTO DOMINGO. La electrificación del sistema de transporte
es una tendencia mundial que cobra fuerza en los países que persiguen reducir
las emisiones contaminantes. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE),
el número de vehículos eléctricos en el mundo, incluidos los híbridos, supera
el millón, de esta cantidad 2,193 se encuentran en República Dominicana.
De acuerdo a los importadores de vehículos en el país, estos
autos todavía no circulan en la ciudad debido a que las condiciones no están
dadas. Por esa razón, suelen ser vistos en zonas turísticas, principalmente en
Punta Cana.
En España, su uso supone una reducción en el gasto del
conductor: “He pasado de pagar 10 euros diarios de gasoil a pagar 1,5 euros en
electricidad”, asegura un propietario de un coche Tesla en el país europeo.
La reducción de las emisiones de CO2 y de otros gases de
efecto invernadero, así como la reducción del ruido en las ciudades, se suman a
las ventajas de utilizar este tipo de transporte.
Sin embargo, en el territorio nacional, la movilidad
eléctrica es un concepto que no ha podido despegar por completo. Aunque en 2009
se comenzó con la construcción del Metro de Santo Domingo, en lo referente a la
incorporación del automóvil, motocicletas, bicicletas y autobuses eléctricos,
el país se ha quedado rezagado.

 

La nueva Ley de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y
Seguridad Vial (63-17) insta al Estado a promover el cambio progresivo de los
transportes que contribuyan a reducir los niveles de contaminación y al
establecimiento de restricciones vehiculares para contrarrestar efectos
externos al medioambiente a través del control de las emisiones de dióxido de
carbono y el ruido generado por la sobreoferta de vehículos.
Hace cuatro años el Estado dominicano aprobó la Ley 103-13
sobre Incentivo a la Importación de Vehículos de Energía no Convencional
considerando que entre los automóviles que producen el menor impacto negativo
sobre el medioambiente se encuentran los eléctricos.
Para ese tiempo, resalta el reglamento, estos vehículos eran
comúnmente inasequibles al público en general por su alto costo. Por esa razón
el presidente Danilo Medina dispuso una reducción en los derechos e impuestos
de importación, de un 50%, incluidos los de la primera registración (placa)
para los automóviles, tractores, velocípedo y demás vehículos con motor
eléctrico. Ver reglamento adjunto.
Pero el impacto de esta ley ha sido “mínimo”. A juicio de
Enrique Fernández, presidente de la Asociación de Concesionarios de Fabricantes
de Vehículos (Acofave), el motivo de que a la fecha este mercado no exhiba
resultados, es que los automóviles eléctricos tienen un costo de,
aproximadamente, un 20 a 30% por encima del precio del auto convencional.
“Aquí los impuestos son muy altos para todos los vehículos y
aunque tú lo disminuyas a la mitad, siguen siendo altos, y como el carro cuesta
más allá, pues el vehículo no termina siendo tan atractivo, ese es el problema.
También está el temor de la gente a lo nuevo”, explica Fernández.
Desde 2012 a la fecha, en el país solo se ha importado un
total de 58 vehículos eléctricos, 227 híbridos y 1,908 carritos de golf, que
funcionan con electricidad, según la Dirección General de Aduanas (DGA).
En la actualidad, adquirir un carro eléctrico en el país
puede costar desde US$9,000, RD$426,870, calculado a la tasa actual, hasta más
de US$21,500, equivalente a RD$1,019,745. Monto sin el costo de la matrícula.
“Lo vendemos sin matrícula para alivianar su costo,
entonces, quienes lo compran solo lo utilizan en puntos turísticos”, argumentó
un vendedor de carros.
La diferencia de precio entre un automóvil convencional y
eléctrico se mantiene a pesar de que al pago de importación del primero se
aplica una tasa de un 20% sobre el valor CIF (Gravamen o Arancel) mientras al
eléctrico un 10%. Se aplica también un 18% de ITBIS al primero y un 9% al
segundo.
La electrificación cobró relevancia en el marco del Acuerdo
de París, del cual República Dominicana es signatario, en el que se establece
el objetivo de mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo
de 2°C sobre los niveles preindustriales. El transporte es un objetivo natural
de las iniciativas de reducción de las emisiones de carbono, por cuanto genera
un tercio de las emisiones totales de gases de efecto invernadero a la
atmósfera.
En noviembre pasado, ocho países, Canadá, China, Francia,
Japón, Noruega, Suecia, el Reino Unido y Estados Unidos, se comprometieron a
aumentar la cantidad de vehículos eléctricos en las flotas gubernamentales.
Solo ese año fueron vendidos en diferentes
partes del mundo, cerca de 756 mil vehículos eléctricos enchufables, con un 95%
de las ventas en China, Japón, Europa, Estados Unidos, y Canadá, según el
Departamento de Energía de Estados Unidos.
“Aquí estos vehículos no han tenido éxito porque las
condiciones no están dadas para tenerlos. El mercado nuestro todavía no se
adapta a eso. No tenemos las condiciones tanto de pieza como de mecánica y
mantenimiento”, resaltó Luis Manuel Peña, presidente de la Asociación de
Importadores de Vehículos Usados (Asocivu), quien además dijo que han importado
varios vehículos híbridos sin exhibir resultados.
La falta de estaciones de carga en las calles supone una
importante barrera, pues hasta el momento, el país no posee el primer punto de
estos. Y según una fuente ligada al sector energético no existe, por el
momento, un protocolo para estos fines.

 

“Es uno de los asuntos que se prevé cubrir en la necesaria
modificación que se pretende hacer a la mayor brevedad posible a la Ley
103-13”, indicó la fuente al ser cuestionada sobre qué institución del Estado
sería la encargada de tramitar los permisos para instalar las estaciones de
carga para estos automóviles.
Y… de qué se compone el vehículo eléctrico
La locomoción o empuje del vehículo eléctrico es
proporcionada por un motor que transforma energía eléctrica en mecánica por
medio de interacciones electromagnéticas. Mientras el híbrido, consume energía
proveniente de combustibles por medio a un motor de combustión interna y otro
compuesto por la batería eléctrica y las motos generadores instalados en el
vehículo, donde un sistema electrónico del auto decide qué motor usar y cuándo
hacerlo.
Los paquetes de baterías de los vehículos eléctricos oscilan
entre 70 y 100 kilovatio hora y ofrecen una autonomía de hasta 350 kilómetros.
Un modelo que ofrece estas características es el Tesla S, que ostenta el título
del coche eléctrico de producción con mayor autonomía del mercado. Uno de estos
fue visto hace pocas semanas circulando en las calles dominicanas a pesar de
que no figura entre la lista de vehículos importados suministrada a Diario
Libre por Aduanas. Su precio sobrepasa los cuatro millones de pesos.
Otro de los vehículos eléctricos más demandado en los
mercados internacionales es el Volkswagen e-Golf. Este compacto usa un motor de
100 kilowatts y ofrece una autonomía de 300 kilómetros. Su motor genera una
aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en tan sólo 9,6 segundos y el precio
es de casi dos millones de pesos.
Este tipo de autos cuenta también con una versión de lujo.
El jet privado con ruedas como así lo define Lucid Motors, liderará durante el
2019 los vehículos del futuro más cómodos del mundo. Persigue superar las
expectativas de los coches eléctricos respecto a la potencia y durabilidad de
la batería. Promete una aceleración de 0 a 100 kilómetro en 2,5 segundos,
usando la potencia de sus dos motores eléctricos de 1000 caballos de fuerza.
Permite un recorrido de hasta 644 kilómetro y una carga rápida.

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