Cada mañana, al levantarse, tomaba una taza de café descafeinado con azúcar de dieta. Su desayuno comenzaba con una fruta, víveres acompañados de huevo, jamón o queso y terminaba con un vaso de leche descremada y Ensure (proteína).

El almuerzo muy variado: arroz, habichuela y diferentes tipos de carne con ensalada. Sancocho, asopao, cocido, pastelones y demás. De cena, por lo general, corn flakes o yogurt.

Así ha sido la alimentación de Luz quien hoy cuenta con 96 años y buena salud. Para ella, comer bien ha sido la clave de su longevidad.

En República Dominicana, la esperanza de vida es de 74.47 años, las mujeres suelen durar hasta los 77 años mientras los hombres hasta los 71. A pesar de este parámetro, en el país hay personas que superan los 100 años. Se conoce algunos que han llegado a 106 y otros que superan los 120 como es el caso de  Fermín Castillo Reyes, una de las personas más longevas del país.

Mollie Horwitz

El anciano Castillo Reyes, porta una cédula de identidad y electoral que indica nació el primero de enero de 1900 en Villa Altagracia, provincia San Cristóbal.

El secreto de la longevidad de varios ancianos que habitan en territorio dominicano es la buena alimentación y el ejercicio físico.

Fuera del país, la experiencia parece coincidir. Un ejemplo es Mollie Horwitz, quien a sus 106 años asegura que entre los «secretos» para tener una vida larga se encuentra el caminar. «Camino cada día hasta donde llego», subrayó.

Países con la esperanza de vida más alta

La longevidad crece sin cesar a medida que la Humanidad adquiere más conocimientos y desarrolla más avances científicos. Sin embargo, a nivel mundial, la esperanza de vida media sigue estando lejos de los 100 años.

Los que superan los 110 años son denominados súpercentenarios y, pese a ser lógicamente una minoría muy pequeña, cada día son más. Para la ciencia son objetos de estudio valiosísimos, ya que pueden guardar en su interior algunos secretos clave para alargar la vida humana.

España es uno de los países con la esperanza de vida más alta

Japón ha encabezado en los últimos años, junto a España y Suiza, el ranking de países con una esperanza de vida más alta.

En general, Europa es la zona en la que se vive más, pero Japón sorprende por el gran número de centenarios y súpercentenarios. El censo nacional realizado en 2015 indicaba que en aquel momento en Japón había casi 62.000 personas centenarias y 146 súpercentenarios. El estudio de ambos grupos debe aportar luz sobre las razones que llevan a unas personas a alcanzar edades tan avanzadas y a otras a quedarse en el camino mucho antes.

Uno de los rasgos comunes en este pequeño grupo que supera los 110 años es que la inmensa mayoría se mantiene en un estado de salud bueno hasta el final. Esto sucede porque los signos de la vejez aparecen en estos individuos muy tarde. Uno de los factores comunes que más se repiten en este grupo de personas excepcionalmente longevas es que su sistema inmunitario permanece en un muy buen estado, pese al paso del tiempo. En la mayor parte de las personas, el sistema inmunitario va perdiendo eficacia y reacciona con menos efectividad, lo que facilita la aparición de infecciones o de algún tipo de cáncer.

La importancia de los linfocitos T

Estudios realizados por el Centro de Investigación de Súpercentenarios de la Universidad de Keio en Japón sugieren que estas personas tan longevas desarrollan linfocitos T, también denominados células T citotóxicas, cuya función es matar las células infectadas.

En declaraciones al Keio Times, el Dr. Yasumichi Arai, profesor de la Facultad de Medicina de la citada universidad, añade que el secreto de la gran longevidad “va más allá de la medicina. Todo el mundo experimenta un deterioro físico con la edad, y todo súpercentenario tiene una enfermedad o dolencia física de algún tipo. Pero la mayoría de ellos todavía experimentan una sensación de felicidad vital y aceptan el envejecimiento como un proceso natural”. El doctor Arai cree que esta aceptación del paso del tiempo y la sensación de felicidad contribuye a vivir más tiempo y señala que “los ancianos me han enseñado que la felicidad es más importante que la salud.

Otros tres factores que ayudan a la longevidad

  • Controlar el estrés 
  • Evitar el alcohol, las drogas y fumar
  • Hacernos chequeos médicos periódicos

Ikaria, en Grecia, «la isla donde la gente se olvida de morirse»

Se encuentra en el centro del Egeo, cerca de las costas de Turquía y cerca de Samos, donde vivieron Pitágoras y Epicúreo. Esta es una zona que permaneció mucho tiempo aislada del resto de la Grecia antigua e incluso de la Grecia moderna. Allí se incubó una serie de estilos de vida y una población que vive unos ocho años más que la media, con solo una fracción de la tasa [media] de demencia. Así que esta gente vive mucho tiempo. Más concretamente, conservan la agudeza mental hasta el final, mientras que en Estados Unidos, el 50 por ciento de las personas de más de 85 años padece demencia.

Un anciando que reside en Ikaria

La dieta es un ingrediente clave. ¿Qué es lo que comen en Ikaria que les resulta tan beneficioso?

La dieta suele ser la puerta de entrada hacia una buena salud. En Ikaria tienen una variante de la dieta mediterránea. Sin embargo, lo que les hace únicos es que comen mucha patata. Su consumo de legumbres también es alto. Quizá los ingredientes más interesantes sean las verduras a las que llaman horta, que parecen el tipo de hierbas que el Departamento de Transporte quitaría de en medio si las encontrara a un lado de la carretera. Las usan como verduras para ensalada, las cocinan al vapor y las ponen en las empanadas. Estas verduras son la comida que se suele asociar más comúnmente con un envejecimiento saludable.

Según el modelo Ikaria, deberíamos practicar sexo, beber vino y echarnos muchas siestas. 

Si te echas una siesta de 30 minutos al día, cinco días a la semana, tus probabilidades de padecer una enfermedad cardiovascular son un tercio inferiores. Sabemos que la gente que tiene relaciones sexuales al menos dos veces a la semana después de los 50 años tienen casi la mitad de la tasa de mortalidad que las personas que no practican sexo. Sabemos que quienes beben con moderación viven más que quienes no beben. El vino tiene altos niveles de polifenoles y antioxidantes. El alcohol en el vino también ayuda a reducir los niveles de cortisol, una hormona asociada al estrés. Si bebes un vaso de vino con una comida al estilo de Ikaria, triplicará la absorción de flavonoides. De hecho, es mejor tomar un vaso de vino con la comida que un vaso de agua. Pero no si te comes un chuletón, eso no funciona.

Somos unos obsesos del ejercicio. Pero en Ikaria, el ejercicio parece jugar un papel más bien insignificante en la longevidad.

El secreto que nos enseñan es la importancia de introducir «impulsos» de actividad física en nuestra vida diaria, como plantar un jardín, que significa que tendrás ese impulso durante toda la estación de cultivo para salir afuera a regar, a quitar las malas hierbas o a cosechar. Y tampoco tenemos que buscar la total comodidad en la vida mediante herramientas mecanizadas. En las casas de Ikaria solo hay herramientas que se usan a mano. Amasan el pan a mano. Viven en un lugar en el que viajar hasta el supermercado o al trabajo se hace a pie. 

El secreto de los japoneses

Las tendencias generales son las mismas. Comen una dieta basada en los vegetales; viven en comunidades peatonales; su vida tiene un propósito.

Tienen el mayor consumo per cápita de tofu del mundo, pero comen muy poco pescado. Los boniatos y la cúrcuma también son dos alimentos interesantes asociados a la longevidad. Casi el 60 por ciento de la ingesta alimentaria de Okinawa se componía de boniatos, que son altos en flavonoides y carbohidratos complejos. La cúrcuma se asocia con tasas más bajas de cáncer y una mejor salud cardiovascular

Dos envejecientes japoneses

Si te sientes solo en este país, eso te quita aproximadamente ocho años de tu esperanza de vida, frente a las personas que están más conectadas. En Okinawa, tradicionalmente no tienen que preocuparse por la soledad, porque cuando eres un niño tus padres te introducen en estos moais. Se puede definir como una red social comprometida que dura mucho tiempo: un consejo de administración personal.

Cuando los estadounidenses buscan proteínas, tienden a escoger productos animales, que también contienen grasas y varios ingredientes tóxicos. La gente que consume niveles más altos de carne en Estados Unidos tiene una mortalidad un 70 por ciento más alta que quienes comen menos carne y también cuatro o cinco veces más probabilidades de padecer cáncer. Una taza de legumbres al día como fuente de proteína es mucho más barata y en ellas no ingieres los ingredientes dañinos. 

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