Fuente: Kirsis Díaz/Diario Libre

En los últimos años los negocios de comida rápida manejados por comerciantes chinos se han convertido en una fuente de ahorro de dinero para muchos ciudadanos. Solo en el plato del día una persona que consume en estos lugares puede economizarse entre 30 y 50 pesos en comparación con otros establecimientos de venta de comida. A lo que se añade que una ración puede ser compartida por dos personas.

Estos centros que reciben alrededor de 1,200 consumidores por día se han ido proliferando con gran rapidez por todo el país.

«Hace un par de años cuando construí el Barrio Chino habían por lo menos unos 500 a 700 negocios de estos de expendios de comida, que a mi juicio venían a cumplir hasta cierto punto una función social para las clases más pobres del país», expresó la economista Rosa NG Báez, representante de la Colonia China en República Dominicana.

 En la actualidad, saber el dato exacto de cuántos restaurantes chinos hay en el país es casi imposible ya que requiere de una búsqueda exhaustiva por parte de las instituciones correspondientes, debido a que muchos de estos comedores no están registrados a nombre de propietarios de origen chino, pues algunos ya han adquirido la nacionalidad dominicana y otros lo ponen a su nombre. En el Registro Mercantil de la Cámara de Comercio y Producción dominicana, por ejemplo, solo aparecen registrados 33 negocios administrado por chinos, localizados en la Provincia Santo Domingo y el Distrito Nacional. En este informe no aparecen los ubicados en las provincias del país, lo que evidencia la situación que destacamos.

Una situación que influye en el tema de los registros de comedores chinos es que muchos operan de manera irregular. Recordemos, que en julio de este año, la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) y el Ministerio de Trabajo notificaron que 24 negocios chinos ubicados en la Capital y la Provincia Santo Domingo trabajaban sin registros, buscando evadir el pago de impuestos al Estado, en este grupo también había restaurantes chinos.

Según el viceministro de Salud Ambiental del Ministerio de Salud Pública, Roberto Berroa, esta irregularidad se refleja en los registros sanitarios.

«Hay muchos que no están debidamente constituidos que cuando uno va y le pregunta por los papeles del registro algunas veces no lo tienen», comunicó Berroa.

 Falta de higiene

Un punto que no hay que comprobar con papeles pues en muchos centros de expendio de comida china se hace evidente, es el descuido con la higiene. Una situación que ya está generando denuncias en el Instituto de Protección al Consumidor (Pro consumidor).

 «Hemos recibido alrededor de cuatro denuncias más o menos en lo que va de año, situación que nunca se había presentado en años anteriores», informó Fidel del Rosario, encargado del Departamento de Inspección y Vigilancia de Pro consumidor.

Aunque no quiso revelarnos los lugares de comida de donde provenían las quejas, nos informó que son comedores chinos que se encuentran ubicados en la capital y que ya los han inspeccionado.

«En nuestras visitas hemos encontrado condiciones inadecuadas, falta de higiene en la cocina, el piso, mezclan los alimentos crudos con los cocidos y lo que hacemos es que le damos un plazo y enviamos cartas de advertencias para que corrijan esa situación», precisó del Rosario.

Sin embargo, confiesa que en estas evaluaciones nunca han examinado la comida. Movidos por esta inquietud, nos dispusimos indagar sobre la salubridad de los alimentos que se vende en estos lugares. Compramos varios servicios de comida en diferentes comedores chinos de la Capital. Tomamos las muestras de los lugares que a simple vista parecían estar más higiénicos, la llevamos a analizar al reconocido Laboratorio Serralles, que utiliza equipos de alta tecnología para detectar todo tipo de bacterias y los resultados fueron alarmantes.

«El agua y la comida de estos restaurantes no es apta para el consumo humano. Hemos encontrado una gran variedad de bacterias fecales y microorganismos que son capaces de producir enfermedades que son realmente serias porque pueden afectar la salud del ser humano¨, preciso el doctor Frank Reyes, del Laboratorio Serralles.

 Análisis a las comidas

 En un negocio ubicado en la Avenida Correa y Cidrón y donde asisten una gran cantidad de estudiantes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) se analizó el Chop Suey y el agua del hielo los cuales salieron con una gran cantidad de coliformes totales, proteus vulgaris, pseudomonas y bacillus. En adición a estas bacterias en el agua de hielo se encontró Shiquella, Estreptococos y Echerichacoli.

¨Los coliformes totales son indicadores de que en estas comidas existe la presencia de heces fecales de origen humano y este es un indicador de falta de higiene adecuada en la elaboración de los alimentos y los dispensadores de agua de hielo¨, explicó el doctor.

La ensalada comprada en el comedor chino  ubicado en la Isabel Aguiar presenta coliformes totales, proteus vulgaris, y pseudomonas. Mientras que en el agua del hielo se encontró todas las bacterias halladas en la ensalada y se suma la shiquella, estafilococos aereus, hongos levaduras y estreptococos.

¨El estreptococos es una bacteria de la saliva y es capaz de producir desde catarro, hasta neumonía, sinusitis y meningitis¨, detalló Reyes.

El mondongo comprado en  otro comedor ubicado en una importante avenida salió con Pseudomonas y el agua del hielo con coliformes totales, proteus vulgaris, pseudomonas y estretococos.

En el agua del bebedero de un comedor de Las Caobas se encontraron coliformes totales, shiguella, pseudomonas y estafilococos.

¨La shiguella produce diarrea, disentería que es un trastorno inflamatorio del intestino, especialmente del colon, si no se trata puede ser fatal¨, destacó el galeno.

Inodoros con menos bacterias que los alimentos

Además de las comidas, analizamos las mesas y algunos de los baños de estos lugares presentando en el caso de las mesas bacterias de las ya mencionadas, pero los baños sorprendentemente resultaron con menos contaminación que los alimentos. Una situación que definitivamente requiere la intervención urgente de las autoridades.

 ¨Algo que llama nuestra atención es que los análisis hechos en los baños contienen mucho menos bacterias fecales que las que encontramos en las mesas, en el agua, el hielo y en los alimentos¨, precisó el experto en salud.

 Criticó el trabajo que realizan las autoridades de Salud Pública en ese sentido y pidió comenzar a aplicar controles de calidad a las comidas que venden estos comedores.

¨Al parecer no hay nadie que les exija a estos restaurantes que mantengan la higiene, hay un descuido total en ese tipo de establecimientos, es urgente que se le eduque sobre la correcta elaboración de los alimentos y que se advierta al consumidor sobre el riesgo que corren de contraer enfermedades bastante dramáticas¨, manifestó.

 La ley obliga al Estado

La Ley 42-01 del Ministerio de Salud Publica establece en su capítulo III, Art. 128 que en el manejo de alimentos y actividades relacionadas, esta entidad del Estado tendrá a su cargo velar por que las personas físicas o jurídicas que se dediquen a la fabricación, la manipulación, el transporte, el almacenaje, el comercio en cualquiera de sus formas y la preparación para el suministro directo al público de alimentos, lo hagan en formas higiénicas, con apego a las disposiciones legales y reglamentarias pertinentes y en los establecimientos debidamente autorizados.

La ley manda además a realizar exámenes médicos a las personas que manipulan artículos alimentarios y bebidas, para determinar que no padezcan de alguna enfermedad transmisible o sean portadores de gérmenes patógenos, pero ninguna de estas funciones se cumplen, ni en los comedores manejados por chinos, ni en los de dominicanos donde el mismo viceministro de salud admite que existe insalubridad. La excusa de Salud Pública para esto, es que cuentan con un personal que no realiza correctamente su trabajo. Un pretexto inaceptable pues estamos hablando del riesg que corre la salud de los ciudadanos.

 «La debilidad nuestra está en que nuestro personal a veces tienen la debilidad de que son permisivos y ven las cosas y no adoptan las medidas correctivas de lugar, entonces, cuando uno se presenta a estos lugares se pregunta por qué está esto en estas condiciones si hay un personal que debe estar dedicado a hacer vigilancia», manifestó Berroa.

Según nos cuenta en Salud Pública existen unas 700 personas para velar que en todos los restaurantes y comedores del país se cumplan las normas de higiene y para supervisar todo lo que tiene que ver con contaminación ambiental. Un número que consideramos suficiente.

La Ley de Salud en su Artículo 155 constituye como delito fabricar, manipular, transportar, almacenar, importar, exportar, distribuir, comercializar o suministrar, en cualquiera de sus formas, medicamentos, alimentos y bebidas no aptos para el consumo y sanciona con pena de tres meses a dos años de prisión correccional o con multas que oscilan entre quince y veinticinco veces el salario mínimo nacional, establecido por la autoridad legalmente competente para ello o por la ley o ambas penas a la vez, para los que incurran en esas infracciones.

 «Si se descubre que no cuentan con las normas de salud, la sanción puede llegar hasta la clausura del negocio», afirmó el viceministro.

 De manera que normativas hay, esperemos que a partir de ahora las autoridades de salud comiencen a trabajar sin excusas con el tema de la insalubridad que existe en los centros de expendio de comida en territorio dominicano, en este caso con más atención en los comedores chinos, pues ya es sabido con los resultados de los análisis que presentamos, que muchos de estos centros representan un atentado contra la salud de los ciudadanos.

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